Hasta luego, Master.

Cuando el sábado acabé con el concierto que hemos venido anunciando, me metí en la cama tiritando y busqué Onda Cero para escuchar, como cada sábado y domingo de madrugada, La Rosa de los Vientos. En su lugar, música anodina. Como no quise renunciar a mi ritual, busqué otro programa de "sustos" alternativo, y en éste anunciaron la muerte por fallo cardíaco esa misma tarde de Juan Antonio Cebrián; director y conductor de La Rosa.

Llevo un par de días dándole vueltas a lo aleatoria y cabrona que es la muerte. Si eres viejo, malo; si eres joven, peor. Si pasas por una enfermedad lenta y penosa, chungo; si se te lleva de un día para otro -en la plenitud de tu vida profesional y personal, a punto de cumplir los 42 y con un crío de 3 años- mucho peor aún.

Lo creáis o no, lo he sentido de verdad. La Rosa lleva diez años en antena. Me ha acompañado volviendo de fiesta los sábados, en la actividad febril que me asalta a veces muy tarde los domingos; y, sobre todo, estudiando por las noches. Me ha quitado el sueño y también otras actividades alternativas en la misma franja horaria y lugar. Y me ha acompañado. Incluso en el extranjero, gracias a internet. Desde que descubrí que escuchando la radio por las noches evitaba darle vueltas a mis propias comeduras de coco hasta altas horas.

Echaré muchísimo de menos el ambiente que creaba en la tertúlia de las cuatro "C", los motes y guasas privadas que tenía con sus colaboradores. Los pasajes del terror y los pasajes de la Historia. Nadie tiene el sentido de la épica (ni siquiera Jackson) que tenía Cebrián, y mucho menos su magnífica voz. Y antes de que Marnofler pregunte qué hace este Obituario en un blog de Rock y Cómic y guasa, etc., diré que Cebrián tiró un capote al cómic con Raúl "Shogún". Y que era un rockero indiscutible que abogó por la reunión de los Barones y reivindicó el papel fundamental de Carolina Cortés como Baronesa. Pinchó mucho y buen Rock, incluso aunque no es costumbre a esas horas. Sólo lamento que le gustasen tanto Mago de Oz y Héroes del Silencio.
En fin, habrá que comprar sus libros. No sólo para tener más pildoritas de Historia amena y cercana; sino para dar de comer a su hijo Alejandro. Pues nada, Cebri, como me consta que crees en la vida después de la vida y tal, hasta luego, Master.

4 escandalizados por el precio del bolo de R.Waters:

Marcos_JW dijo...

Ayer vi unas imágenes suyas en la tele y .....¡¡¡ERA INVIDENTE!!!!
Lo que hace que todo su trabajo tenga mucho más mérito incluido su amor por los cómics.

Y veo que no soy el único comiquero que escuchaba su programa.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Yo escuchaba a Cebrián desde que empecé mi vida de estudiante en el pleistoceno y siguió llenando infinitas noches de dibujar comics bajo el flexo con sus historias y personajes. No sé si llegásteis a oir la sección de humor que tenia a mediados de los noventa, pero junto a la sección de Argumosa me tenía toda la noche más feliz que una lombriz. Este tipo ha hecho el mejor programa nocturno de radio cuando nadie daba un duro y cuando le hubieran pagado lo mismo por poner música. A mí al final me pasa lo mismo que a tí Carol, que me pongo la radio por la madrugada para no escuchar mis pensamientos y poder relajarme, y ahora sin Cebrián todo va a ser un poco más difícil. De acuerdo que no se pronunciaba políticamente y a veces era demasiado condescendiente,pero toda su pasión por la radio le disculpa.
¡Y además el tío era casi ciego!(mantenía un resto visual) y nunca lo dijo por antena , ni sus colaboradores lo hiceron notar, es increíble, según he leído por ahí, se quedó casi ciego a los 21. En fin, que hay gente que está hecha de otra madera. Descanse en paz.

doctor metal dijo...

No veas que putada neng.

Capitan Napalm dijo...

El primer bajista que tuvimos nosotros, con 43 y dos niños, se está muriendo de cáncer.

La muerte es completamente adicta a esnifar polvo de huesos de rockero.